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​​Otras apuestas del sector por el GNL 

Complejos de regasificación en el golfo de Morrosquillo y en La Guajira

​Con la adjudicación de la infraestructura de importación del Pacífico en espera de su concreción y en estudio un proyecto para la ampliación del complejo de Cartagena, el Gobierno Nacional comenzó a contemplar un eventual desarrollo de dos complejos similares en la Costa Caribe: las regasificadoras del golfo de Morrosquillo y de La Guajira.

Desde 2018, se venía haciendo referencia por parte de estamentos gubernamentales con incidencia en el sector a estos proyectos, eso sí, supeditando estos escenarios a que ya estuviese en operación la planta de regasificación de Buenaventura.

En este sentido, los dos proyectos fueron incluidos en el capítulo de gas del Informe de la Misión de Transformación Energética presentado al país a principios de 2020, situación que en su momento fue explicada por el viceministro de Energía, Diego Mesa, actual ministro de Minas y Energía:

“El gas natural es el energético de la transición para la generación de energía eléctrica desde las plantas térmicas, y hay que dinamizar mucho más el mercado, pero reforzando el suministro; por esta razón los expertos que participaron en el plan recomiendan el montaje de más plantas de regasificación, y cómo estas infraestructuras deben integrarse al sistema de distribución”.

Fuente: <https://www.portafolio.co/economia/a-estudio-desarrollo-de-otras-dos-plantas-de-regasificacion-537391>.

​Aun cuando se estima prematuro para ello, todo apunta a que las características y especificaciones técnicas de estas plantas podrían ser muy similares a la infraestructura de SPEC LNG en Cartagena y a la que se desarrollaría en Buenaventura. 

Expertos de la UPME señalan que al analizar el desarrollo de la planta en el golfo de Morrosquillo, específicamente en el municipio de San Antero (Córdoba), habría que hacer inversiones adicionales para conectar esta infraestructura con el SNT y así llevar el gas al occidente y al interior del país.

En el sentir del Gobierno Nacional, a futuro este complejo serviría para garantizar el suministro de gas natural, ya que para ese momento estaría operando el gasoducto Jobo-Medellín-Mariquita-Bogotá.

Ahora bien, en lo que concierne al complejo regasificador de La Guajira, su ubicación estratégica permitiría el abastecimiento de gas natural al oriente y centro del país, dada la existencia del gasoducto Ballena-Barrancabermeja, que va desde el mismo puerto hasta el interior del territorio nacional.

Ambos complejos podrían optar por importar el GNL de los mercados del golfo de México, en los Estados Unidos, dada su cercanía geográfica, todo esto en un escenario pesimista en el cual los proyectos de producción offshore y onshore no logren cubrir la demanda nacional.




Estación de GNL en la subregión del Urabá antioqueño


​El 3 de noviembre de 2020, culminó el proceso de entrada en operación de la estación de gas natural licuado (GNL) de Uniban, primer complejo regasificador en tierra firme del país, localizada en el corregimiento de Zungo Embarcadero, en el municipio de Carepa, en la subregión del Urabá antioqueño.

Esta estación satélite de regasificación, a mediana escala e industrial, es producto de la alianza entre las Empresas Públicas de Medellín (EPM) y Unibán, una comercializadora internacional colombiana que desarrolla negocios de agroindustria de alto valor, quienes invirtieron 2.300 millones de pesos para su desarrollo.

Con el complejo, que fue montado en las instalaciones portuarias de Unibán, se garantizará la energía para la operación de la compañía en la zona y, además, se suministrará energía eléctrica a las comunidades en el área de influencia. 
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​Mensualmente, se despacharán del campo La Creciente (Sucre), cerca de 150.000 m3 de GNL en carrotanques con destino a la planta para la operación de la fábrica de snacks, la caldera y el casino. Lo anterior, gracias al programa de conversión, que cambió sistemas a carbón por gas natural, que disminuyeron en 45 % las emisiones de CO₂.

Adicionalmente, según lo explica Carlos Pinilla, director de Asuntos Institucionales de Uniban, son muchos los beneficios para la comunidad:

“Con el proyecto, se impactarán inicialmente 90 viviendas aledañas y que se podría extender a otras 400 unidades habitacionales, las cuales ahorrarán el 50 % del costo de la energía que venían utilizando, si se compara con el uso de cilindros de gas propano (GLP)”.
Fuente: <https://www.portafolio.co/negocios/arranco-primera-regasificadora-en-tierra-firme-de-colombia-546307>.


Impulso al GNL como combustible para transporte de carga

​Desde finales de la década de los 80, el subsector de transporte en el país solo viene contando con una alternativa ante los combustibles líquidos, altamente contaminantes, y esta es el gas natural compri​mido, más conocido por sus siglas comerciales de GNC o GNV. 

La revolución de los combustibles para eliminar las emisiones de carbono está cambiando nuestra sociedad. El subsector del transporte de carga por carretera no se quiere quedar atrás, e incorpora una nueva sigla para acabar con el reinado del diésel en las carreteras del país: GNL, Gas Natural Licuado. 

​Esta variante del gas natural está llamada a revolucionar la automotriz pesada y, especialmente, el transporte de mercancías por carretera. El GNL es la variedad de este energético indicada para el transporte de carga a larga distancia, pues su estado licuado, al reducir drásticamente su volumen, optimiza el rendimiento de los depósitos. Esto conlleva una gran autonomía de los vehículos que lo utilizan.

Un depósito de GNL permite recorrer entre 800 y 1.500 km, distancias ideales para cualquier ruta de mercancías. Por lo tanto, no es de extrañar que GNL sea ya la sigla que suena en las novedades de los fabricantes de tractocamiones.


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Un Scania se convirtió, a mediados de 2019, en el primer tractocamión de carga pesada a GNL en Latinoamérica. Este tractocamión, el G410 4x2 de Scania, fue el primer camión europeo de larga distancia en circular por rutas latinoamericanas, más precisamente en​tre Lima y Trujillo, en el limítrofe Perú.


Por todo lo anterior, desde un par de años atrás, a partir de diferentes estamentos gubernamentales encargados de fijar la política energética nacional, como bien se plantea en el documento “Transición energética: un legado para el presente y el futuro de Colombia”, publicado por el Ministerio de Minas y Energía (2021), se ha venido examinando con detenimiento la demanda futura de gas natural para el subsector del transporte, a través del sostenimiento del consumo en la flota privada y la planeación del aumento en diez veces el número de vehículos transformados en flota de carga, en un horizonte de diez años.

Las proyecciones gubernamentales incluyen el supuesto de que a partir de 2023 entrarían vehículos de carga que sean dedicados a GNL, lo que aumentaría sustancialmente el consumo del gas natural en su nuevo rol de energético complementario para este subsector del transporte de carga, razón por la que se debería estudiar la posibilidad de complejos de regasificación con cargaderos de cisternas para así fomentar el uso de este combustible en el transporte de carga.


​De acuerdo con el Plan Energético Nacional 2020-2050, se estima la entrada de 11.000 tractocamiones impulsados con GNL para 2030  (14 % de los vehículos). A continuación se muestra la totalidad de las proyecciones de la UPME oficializadas en el PEN.

La sustitución de diésel por GNL para el transporte de carga se fundamenta en menores costos de inversión en infraestructura para producción, almacenamiento, mayor autonomía de los vehículos y menores capacidades de almacenamiento para distintos usos, fijándose características constructivas, operacionales y normativas de las tecnologías a implementar en el territorio nacional.

Fuente: UPME, “Plan Energético Nacional 2020-2050” (documento de consulta), Bogotá, diciembre de 2019, p. 38.​


Proyección de flota de tractocamiones de carga interurbana por enérgético




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